jueves, 24 de marzo de 2011

Ecopoemas para III Festival Mundial de Ecopoesía

Con ocasión de realizarse el próximo III Festival Mundial de Ecopoesía, en Tumbes, entre el 14 y 17 de julio de este año 2011, estaré presentando estos dos ecopoemas, así como dos ecodameros; si es que son aceptados, por cierto:

AL… ZENIT

ALÉGROME, DE VERAS, POR ESTAR EN ESTE III FESTIVAL MUNDIAL DE ECOPOESÍA
BIENVENIDA ME ESTÁN BRINDANDO MIS HERMANOS TUMBESINOS LOS POETAS
CORAZONES ABIERTOS MUESTRAN A LOS DEL MUNDO VENIDOS AEDAS:
CHAMOS, CHARROS, CHAVOS, CHES, CHOLOS, AMIGOS… REUNIDOS
DESEOSOS Y DECIDIDOS EN BORRAR FRONTERAS ODIOSAS
EN ESTE PUNTO SEPTENTRIONAL: TUMBES, TIERRA PERUANA.
FIRMEMENTE CONVENCIDOS TODOS DE QUE SÓLO UNIDOS,
GUSTOSOS Y MUY FELICES, ÁRBOLES SEMBRAREMOS
HOY, EN NUESTRO BOSQUE PARA LAS GENERACIONES VENIDERAS.
INDO-LATINO-IBEROAMERICANOS NOS DECIMOS
JUBILOSOS AL ESTRECHARNOS EN UN FRATERNAL ABRAZO
KILÓMETROS Y KILÓMETROS HEMOS RECORRIDO
LIMANDO NUESTRA MELÍFERA LENGUA CASTELLANA
LL0RANDO, A VECES, POR INTENSAS Y ENCONTRADAS EMOCIONES;
MUSITANDO, OTRAS, NUESTROS MÁS SENTIDOS VERSOS.
NADA NOS DETIENE NI DETENDRÁ AUNQUE
ÑIQUIÑAQUES TALVEZ PRETENDAN
OBSTACULIZAR NUESTRO INMENSO EMPEÑO
PERO NUNCA CON NOSOTROS PODRÁN
QUE EL PODER Y LA FUERZA DE LA ECOPOESÍA
RESURGEN ANTE BASTARDOS EMBATES…
SIGAMOS, SIGAMOS, SIGAMOS VATES
TRIUNFAREMOS EN LA CONSERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
UNIDOS LOS POETAS DEL MUNDO POR LA VIDA (UNIVA)
VIVIENDO PERENNEMENTE EN ARMONÍA,
WEBS Y TAMBIÉN OTROS MEDIOS UTILIZANDO,
XERÓFILOS EXTRAORDINARIOS MULTIPLIQUEMOS…
YA QUE LA EXACTA HORA ESTÁ LLEGANDO:
¡ZENIT EN ECOPOESÍA ALCANCEMOS!



NUNCA MÁS…

NUNCA MÁS ME BAÑARÉ EN TUS IDAS CRISTALINAS AGUAS.
NUNCA MÁS ME ZAMBULLIRÉ EN TUS AUSENTES PROFUNDAS POZAS
NUNCA MÁS SENTIRÉ TUS DESAPARECIDOS ARROLLADORES TORRENTES
NUNCA MÁS CONTEMPLARÉ TU DESTRUIDO PÉTREO CAUCE
NUNCA MÁS ALIVIARÁS ESTOS MIS ARDIENTES CALORES.
NUNCA MÁS SATISFARÁS MIS URGENCIAS SITIBUNDAS
NUNCA MÁS, CUMBAZA DE MIS INFANTILES AMORES,
NUNCA MÁS… NUNCA MÁS… NUNCA MÁS…

viernes, 18 de marzo de 2011

16 de marzo de 2011: César Abraham Vallejo Mendoza cumple 119 años

16 de marzo: César Vallejo cumple 119 años
Celebramos al hermano, broche mayor del sonido.
vasto pensador, finísimo vate y grande revolucionario, de la lengua y de la sensibilidad.

Narratura vallejiana
Su enérgica y tersa prosa también sabe sonreir...

Como quiera que el siglo pasado terminó sin un balance sereno sobre esta parte de la obra vallejiana -la narración-, y hasta se pretendió desautorizarla para seguir ciertas modas preceptivas –¡en pleno fin de siglo!–, algunos espíritus desaprensivos, fieles a la ortodoxia de la biografía idolátrica, por la cual “debe borrarse todo recuerdo que empañe la imagen idílica del biografiado”, fingieron un sesudo análisis desaprobatorio, para dejar de una vez por todas sólo la obra poética en pie.

Denunciaron el 'politicismo' en la novela de César Vallejo ¿No lo hay en el Gulliver de Swift? ¿No está presente en la obra de Hugo o en la de Balzac? Lo que querían decir era que la estructura novelística es aún polémica. No repararon en los avances expresionistas de sus cuentos (atmósfera, perfiles, trama, tempo, intriga, forma y fondo). Rechazaron en él lo que aceptaban en Poe, Maupassant, Chejov o Valdelomar. No vieron, no supieron ver, su cercanía a Proust ni a Joyce en el análisis introspectivo de sus personajes, aduciendo 'la brevedad de su ficción narrativa'. Y acabaron por condenar el más conocido y excelente cuento -de factura tolstoiana- Paco Yunque, sólo porque 'fue rechazado por un editor español que había pedido a Vallejo un cuento para navidad y lo había descartado por ser muy triste' (como si no lo fueran Cántico de Navidad, de Dickens o La pequeña vendedora de fósforos, de Andersen). Por último, necio hubo que le increpó el abuso formal de los enclíticos, tan propios de la época.

La incuria, la flojera y, sobre todo, la insensibilidad finisecular -atenta a 'no cargar tintas en la cosa social' y que todavía nos arrastra- terminaron por desterrar al desván de lo 'prescindible' la cuentística vallejiana, tan querible y admirable por tantos otros motivos. Veamos un solo caso:

El 13 de junio de 1923 Vallejo emprendió viaje a Europa. Dejaba atrás las sentidas muertes del hermano y la madre, ciento catorce días de una prisión injusta, y dos poemarios que querían ser hermosos y que ahora ciertamente lo son. Para voltear esa página de su vida dio a imprenta todos los apuntes que tenía, alguno de ellos (1) ganador del premio Entre nous de la comunidad francesa (con cuyo dinero pudo editar Trilce).

Esos apuntes hicieron dos libros en prosa: Escalas (1923), en cuya sección Coro de Vientos hay seis cuentos psicológicos de misteriosa belleza, y Fabla salvaje (1923), saga bucólica sobre el destino en la que encontramos a Santiago, “alter ego del pequeño César añorado en varios textos de Trilce”, según dirá Roberto Paoli (2). Con estos libros bajo el brazo tomó el vapor del Callao a la Rochelle en junio de ese año. No regresaría ya.

No volverá a escribir cuentos -aparte del conocido y alegóricoPaco Yunque (1931)- hasta el 35 ó 36 en que Georgette Philippart lo sorprenderá redactando, o corrigiendo, cuatro de ellos en su habitación del hotel de Richelieu en París. Dos de estos cuentos retoman el niño que fue cuarenta años antes: El Vencedor, relato de ambiente escolar como Paco Yunque, y El niño del carrizo, que se ambienta en los bosques de la aldea natal y donde aparece el pequeño César, ya no tangencial ni velado como aquel Santiago de Fabla salvaje, sino como puntual testigo de un recuerdo de niñez: la excursión que hicieran él y su hermano a la espesura del valle hacia 1903 ó 4, cuando César tendría once años de edad y Miguel, el hermano inmediato mayor, unos trece:

“Dos hombres fueron designados para ir a traer de la espesura, la madera necesaria. A costa de artimañas y azogadas maniobras, los dos niños, Miguel y yo, fuimos incluidos en la expedición”.

Si bien en toda la obra poética de Vallejo, Miguel Ambrosio, el hermano, aparece unas seis veces: en la elegía juvenil de la revista Cultura Infantil (1917), en el perfecto epicedio A mi hermano Miguel, in memoriam de Los Heraldos Negros (1918), en los poemas III y XXIII de Trilce (1922), en La violencia de las horas, y en Lánguidamente su licor de Poemas Humanos (1938), en la obra narrativa sólo aparecerá esta única vez, enriquecido por la distancia temporal y magnificado por el sentimiento del hombre ya maduro, en un cuento donde se entrecruza la intensa emoción del “gemelo corazón de esas tardes” con el asombro primordial ante la naturaleza que cobra vida en cada gesto y en cada escorzo del hermano, que aún no ha muerto, y que encarna una como floración andina del dios Pan en su rito de consagración de valles y bosques.

Hacia 1902, sir James Barrie, de Escocia, contó (y luego dio al teatro), en The little white bird, la historia de un niño que no desea dejar la infancia y que pierde su sombra y la encuentra en la amistad de los hermanos Darling: Peter Pan (3). El ambiente feérico de ese cuento nos pone a medio camino entre la leyenda y los cuentos populares: algo parecido a los cuentos de duendes que pueblan nuestro mundo andino, como el Ichik Olqo, personificación del arco iris. No es casual que el pequeño apellide Pan, nombre del dios griego que personifica la fresca brisa mañanera y la tibia del atardecer, representando la vida natural de los pastores: pues ese duende andino, esa aparición telúrica de los bosques, es precisamente el Miguel que nos sale al paso, pletórico de vitalidad, intenso de emoción, vivo y fulgurante ante el recuerdo amoroso del hermano que lo evoca desde París, en un intento de reconstruir el tiempo y capturarlo para siempre: el niño que al recoger la zacuara en los valles cálidos de la cuenca del Marañón se mimetiza con la fauna y flora de ese paisaje y se transforma en una celebración sagrada de la inmensidad de los bosques, haciéndose uno con sus animales, revolcándose con ellos del modo más natural, bebiendo las aguas al modo de las bestias, y haciendo de su cuerpo un arco de electricidad emocional por el que estallará la carga voltaica que lo liga misteriosamente a la naturaleza para siempre, ante los ojos asombrados del hermano menor que se constituye como el yo narrador.

Asistidos de ese amor fraterno queremos reparar en este relato, pleno de fragante vida, frescura poética e intensísima ternura. Así, esta narración pertenece a los anales experimentales del siglo XX, en la más pura tradición de ruptura que caracterizó a la literatura occidental durante el romanticismo y aún después de él. El delineado psicológico de los personajes, su ambientación bizarra, su atmósfera pariente de la kafkiana, el tiempo comprimido en untempo narrativo intenso, son propios de la nueva cuentística que luego se repetirá hasta el hartazgo, para que sea Cortázar su más lúcido esteta y, a la vez, su más ilustre apóstata: ¿no estamos ante un texto absolutamente al día? ¿no es una muestra de la claridad creativa que hace del narrador un verdadero vate, es decir un profeta, que marcará los caminos a seguir por los innumerables seres prohijados en su delicada y fulgurante prosa, tan americana, tan mundial, tan humana?

Este es el Vallejo que podemos encontrar, más allá de la quejumbre a que nos tiene habituados la pobre crítica literaria de que adolece nuestro país: ésta es la prosa narrativa del Vallejo del amor y la esperanza. Del Vallejo que apuesta por la vida e inaugura un expresionismo vitalista, existencial, humanista.

Que no nos engañe la exaltación con que decimos estas verdades: la calidad de la ficción brota, a despecho del compromiso idolátrico, del mismo texto narrativo.

(1) "Más allá de la vida y de la muerte"
(2) “Homenaje Internacional a César Vallejo”. Visión del Perú 4. Lima, 1969.
(3) Este cuento, El pajarillo blanco, daría pie a la obra teatral Peter Pan y Wendy (1905).

Víctor Hugo Velázquez Cabrera
http://narratura.blogspot.com/2011/03/16-de-marzo-cesar-vallejo-cumple-119.html
Hoy se celebran 119 años del nacimiento de César Vallejo
El escritor peruano es considerado por la crítica uno de los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX
Miércoles 16 de marzo de 2011 - 02:22 pm

César Vallejo. (Pintura de Arnold Belkin)
Un día como hoy, en 1892, nació el más grande poeta que el Perú ha legado. El mundialmente reconocido César Vallejo vio la luz en Santiago de Chuco, La Libertad. Una vida después, murió enfermo y solo en 1938, dejando una obra que lo llevaría a ser considerado, por críticos especializados, como “el más grande poeta universal después de Dante Alighieri”.
En Lima publicó “Los Heraldos Negros” (1918), donde se pueden apreciar sus tendencias modernistas. El sufrimiento de los hombres y la sociedad injusta constituyen la principal temática en esta obra. En 1920, es llevado injustamente a la cárcel tras una revuelta popular. Allí escribe “Trilce” (publicada en 1922), una de sus máximas obras de poesía vanguardista.
Vallejo no solo escribió versos, sino que también escribió novelas con fuerte contenido social y de protesta, como “Escalas Melografiadas” (1923), colección de estampas y relatos; “Paco Yunque” (1931), la historia de un niño de la sierra que era discriminado en su colegio, o “El Tungsteno” (1931), que retrata el abuso que sufren los peones y empleados indios de parte de las grandes empresas mineras. Entre su producción teatral está “Lock-out” (1930) y “Moscú contra Moscú” (1930), más tarde llamada “Entre las dos orillas corre el río”.
Vallejo, tal como lo predijo en su poema “Piedra negra sobre una piedra blanca”, murió en París el 15 de abril en 1938, y tras su muerte se publicaron sus obras “Poemas Humanos” y “España, aparta de mí este cáliz”, consideradas como las mejores obras del poeta peruano más universal.
Lea los poemas de César Vallejo

http://elcomercio.pe/espectaculos/728518/noticia-cesar-vallejo-cumple-hoy-119-anos-nacimiento

martes, 15 de marzo de 2011

Mañana, miércoles 16 de marzo de 2011, César Abraham Vallejo Mendoza, cumplirá 119 años

-¿César Abraham Vallejo Mendoza?
-Sí, ¡PRESENTE!

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hermano escucha, escucha…
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico… Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben… Y no saben
que la Luz es tísica,
y la Sombra gorda…
Y no saben que el Misterio sintetiza…
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo, grave.

Martes 15 de Marzo del 2011

DIOS ENFERMO Y VALLEJO

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.
Dijo, César Vallejo, en su poema Espergesia que es la unión de dos palabras: esperma y génesis. Esta frase, simplemente, deja a uno estupefacto y perplejo, no obstante invita a reflexionar sobre su nacimiento.
Dado a que Dios se encontraba enfermo (del lat. infirmĭtas, -ātis) y de acuerdo a la Real Academia de la Lengua: 2. f. Pasión dañosa o alteración en lo moral o espiritual. Entonces que se puede obtener de alguien el cual padece (pasión de Jesucristo) una alteración; indudablemente una creación inconclusa o con defectos. Sí, todos saben que Vallejo vive, pero es malo, pues es fruto de alguien enfermo. Sin embargo, afirma que hay algo, en él, oscuro y difícil de comprender.
La permanente reiteración de un Dios enfermo nos lleva a plantearnos muchas preguntas, ¿es César Vallejo un ateo? La respuesta puede abarcarse desde muchas direcciones. Sin embargo, pretendo imaginar que el poeta hace alusión o plantea la posibilidad de un Dios imperfecto; no lo niega, ni lo anula, lo cuestiona, lo refuta. Su arribo al mundo natal lo lleva a plantearse la posibilidad de un universo en permanente fricción, en donde los equilibrios o las armonías entre los opuestos nunca serán posibles.
Vallejo percibe pues la imperfección del mundo y se la atribuye a Dios.
¿A qué tipo de nacimiento se refiere Vallejo?, ¿Qué simboliza la figura de Dios en este poema? Este Dios es Vallejo, pero también es el Dios que creó a Vallejo, por lo tanto, se puede interpretar de dos maneras distintas, es decir, Vallejo como Dios creador de su obra y el Dios en sí como creador de Vallejo. Por eso, al estar enfermo, este ser, se humaniza y queda en el mismo plano del hombre.
Y luego dice en “El pan Nuestro”:

Yo vine a darme lo que acaso estuvo
asignado para otro;
y pienso que, si no hubiera nacido,
otro pobre tomara este café!
Yo soy un mal ladrón… A donde iré!
Con este sentir reconoce el papel activo del hombre en el mundo: todo está vinculado en el movimiento del mundo como si éste fuera un enorme engranaje, y yo interaccionó con todo indefectiblemente, de modo que lo que haga o deje de hacer ya afecta el desarrollo del orbe. Así Vallejo siente que con el solo hecho de existir y ser impotente ante la realidad ya está empeorando las cosas; y sufre porque se identifica absolutamente con el mundo representado por otro pobre, con un mundo cruel en el que el hombre está desamparado, un mundo que escapa de todo designio de la voluntad divina.
Empieza a cuestionar a Dios tácitamente con la magnífica metáfora del pobre barro pensativo: embebido de dialéctica materialista reivindica a la idea como una función de la materia organizada: cualidad de ese barro es ser pensativo. Tal concepción materialista de la idea ya está dando pie a poner sobre el tapete la idea de la existencia de Dios en la poesía vallejiana. En las primeras líneas del poema se puede apreciar a un Vallejo intemperante que percibe febrilmente la imperfección del Universo en lo humano y es desgarrado cada vez que la descubre cuando pretende abrazar al mundo. Se siente un ser más imperfecto aun porque no puede incorporarse anímicamente a la imperfección, es decir, no la acepta, no la tolera; y se aparta con la angustia de seguir siendo parte de lo que ante sus ojos es algo todavía no perfecto. Obrar para sí propio: me pesa haber tomado de tu pan, naturaleza humana, pero imperfecta.
Oh, Dios mío, recién a ti me llego,
hoy que amo tanto en esta tarde; hoy
que en la falsa balanza de unos senos,
mido y lloro una frágil Creación
E incluso en el poema “Dios” en que se dirige al creador con ternura, se compadece de él porque lo ve impotente, humanamente torpe, autor de un mundo en apariencia perfecto, pero deleznable:
A 119 años de su nacimiento (Santiago de Chuco, Perú, 16 de marzo de 1892), considerado entre los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX. Fue, en opinión del crítico Thomas Merton, "el más grande poeta universal después de Dante", palabras que no añaden nada al enorme legado del poeta del "dolor humano"; quien revolucionó la forma y el fondo de sentir y escribir poéticamente.

Orlando Luján Corro
Educador y Poeta
aoluco_79@hotmail.com

http://www.educacionenred.com/foros/mensaje.php?id=843