domingo, 6 de marzo de 2011

Living Without Religion - A Campaign by the Center for Inquiry

1 comentario:

Pilar Chong dijo...

¡Excelente vídeo! Me recuerdó la sesión en la que hablamos de la oposición del Papa ante la entrega del Nobel a Saramago, criticándolo de ser ateo. Ante esto pude concluir que la religión que se profesa no influye en nada en el nivel intelectual de la persona o en sus capacidades y habilidades.
Por lo que, como dice en el vídeo, una persona sin religión puede llegar a ser tan feliz y talentosa como alguien que sí profesa.

ATTE: Carmen del Pilar Chong Sánchez, estudiante de Ingeniería Civil.