martes, 6 de diciembre de 2011

Lectoescribir y Lectoescritura

Agradeciendo a Javier Bellina de los Heros, entrego este su artículo que encontré en su Blog; pues me parece de suma importancia para todos nosotros los educadores. Entiéndase por tal a los Padres de Familia, los profesores, etc. Eduquemos con el ejemplo. Se aprende a lectoescribir, lecotescribiendo.

CONTRA LA LECTURA ABURRIDA – UN MANIFIESTO
Javier Bellina de los Heros

No hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño que lee. (Günther Grass)

Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil. (Confucio)

Una cosa es la lectura, otra el gusto por la lectura. Una cosa es enseñar a leer, otra hacerlo sostenible. Una cosa es preocuparnos por el reducidísimo nivel de comprensión lectora que muestran nuestros niños y adolescentes, otra sumamente distinta es meterles a los chicos los libros por las narices. La otra vez leía con atención un artículo – me gustaría recordar de quien, pero era excelente – sobre el “hábito” de leer, que lo que básicamente hacía era separarlo y diferenciarlo de la enseñanza y aprendizaje del leer. Esto me parece especialmente valioso a la luz de lo que ocurrió hace poco en Palacio de Gobierno al respecto. Me llama la atención – ya es un leit-motiv cuya mención debe aburrir a mis lectores – que los medios de comunicación consideren más importante la sangre y las tripas que cotidianamente nos muestran en pantalla, y no le hayan dado su merecido espacio al manifiesto por la lectura que los niños del Perú lograron sacar apoyados por la Primera Dama de la Nación. Pero es que como es Nadine quien lo hace, hay que esconderlo, suponemos que piensan, no le vaya a dar por ser Cristina.
Dejemos aparte bilis, sangre y tripas, y leamos este refrescante
MANIFIESTO POR LA LECTURA

“Queridos adultos:
Sabemos que ustedes nos quieren mucho y que están preocupados por cuánto leemos. Hoy, que se recuerda la muerte del gran Ricardo Palma, quisiéramos decirles algo. Por favor, escúchennos con atención.
No basta que nos repitan una y otra vez que la “lectura es maravillosa” y que ella “garantizará nuestro éxito en el futuro”. No basta que nos obliguen a leer libros poco atractivos, sin colores, de letra chica y que luego nos pregunten por el “mensaje implícito”, “los personajes” y cosas como esas.
Ustedes nos repiten a cada rato que “leer nos hace libres”. Nosotros los niños y las niñas queremos que la lectura nos haga libres de verdad y que ésa deje de ser solo una frase bonita.
Queremos ser libres de leer lo que nos gusta. Que no nos impongan las lecturas que ustedes deciden.
Queremos que leer sea un derecho que podamos ejercer cuando deseamos y donde deseamos: en calles, plazas, paraderos, losas deportivas y en nuestros hogares.
Queremos una lectura alegre con imágenes y muchos colores. Sabemos que ustedes están muy ocupados. Siempre los vemos resolviendo problemas y con poco tiempo para leer. Por eso, los niños y las niñas les proponemos algo. Al menos un día al año, seamos todos libres. Libres de leer lo que querramos. Libres para que puedan leer con nosotros y divertirnos juntos. Así sabrán qué nos gusta leer y cómo preferimos hacerlo.
Les proponemos que el próximo 10 de noviembre, día de la Biblioteca Escolar, todos losparques del Perú se conviertan en lugares para la lectura libre de niños y adultos libres. Que sea el día de la lectura familiar: compartida, viva y divertida.
Que cada 10 de noviembre se recuerde en cada hogar, en cada escuela, en cada distrito del Perú, el derecho del niño a leer lo que le gusta.
Sin lectura no hay educación, sin educación no hay futuro.

¡VIVA LA LECTURA!”

Saquemos algunas conclusiones y relacionemos con algunos hechos:
Uno: Qué leer
Obligar a leer a los chicos no es gracia. La cultura de los libros ha cambiado, debido a Internet, y debemos añadir el esfuerzo concienzudo por estupidizar a la gente que se ha producido durante tantos años en nuestro país. También los paradigmas educativos han cambiado, y ya no se trata de memorizar lo leído. Recordemos un hecho simplísimo: A leer se aprende leyendo, y por ello el primer problema de todos es qué les damos a leer a nuestros niños.
Vale la pena una anécdota personal para formularse el problema: De chico yo era un ratón de biblioteca. Eso se lo debo a mi padre, que me puso al alcance los libros, claro está, en un contexto memorista, y puesto que este humilde servidor estaba dotado de una memoria eidética, podía repetir lo leído con puntos y comas. Tenía a mis viejos y mis profes encantados. Eso hasta que a alguien se le ocurrió meterme en uno de esos concursos por plata que implicaban una erudición increíble sobre un tema determinado. El mío era Astronomía, que había aprendido básicamente de tres fuentes: La observación directa del cielo, el empleo de un telescopio y por último la lectura de un par de libros, llenos de figuras, y especialmente de la ubicación de las estrellas por hemisferios. La desgracia llegó cuando me impusieron la lectura de un libro bastante técnico, y que había que “estudiar”. Y ahí se me acabó la jarana. Yo sabía de Astronomía porque me divertía como el proverbial cerdo mirando las benditas estrellas, pero el libro en cuestión era un texto universitario que mis familiares insistían que me lo paporreteara, y vaya, la primera parte, que era histórica, funcionó bastante bien, pero el Diagrama de Hertzprüng-Russell y otros tecnicismos bien alejados de mis posibilidades me dieron, digámoslo así, miedo. Perdón, la palabra no describe: Me aterrorizó. Mejor ni recordar el intermedio. Pero ese libro aún lo tengo y jamás lo he leído entero, aunque lo he chequeado muchas veces buscando data para mis clases de geografía astronómica. Menos mal había tanta gente detrás del premio en metálico que nunca llegué al bendito concurso.
Moraleja: los chicos no leen por plata o porque les vaya a dar plata en un hipotético futuro, leen porque se divierten como cerdos leyendo, y cuando dejan de jaranearse, pues dejan de leer y hacen otra cosa que sí les jaranee. Conclusión: Los chicos tienen que leer lo que a ellos les dé la real gana. Aunque, claro está, si uno es inteligente, los ha acostumbrado a ciertas cosas, porque papis, mamis y maestros no están pegados en la pared de adorno, y si tienen medio dedo de criterio buscarán libros con muchas figuras de colores, diagramas y fotografías impactantes y adecuadas. Yo no veo ninguna razón por la que no contarles a los chicos el cuento del universo, porque el problema del tema no es el tema, sino cómo se presenta y qué verdadera dificultad de comprensión presenta. Hay que ser hoy en día muy bestia para darle a un chico de cuatro años un Texto universitario. Por otra parte, un cuento que empiece con “Había una vez…” bien puede seguir con “… hace quince mil millones de años, un puntito que hizo Bang, y de ahí salió tooodo el Universo”. Y funciona, me consta que lo hace.
Dos: Cómo leer
Decíamos que los paradigmas educativos han cambiado fuertemente y eso quiere decir que ya no se lee con los mismos objetivos que antes. Lo que se busca hoy con leer no es ya memorizar, que si queremos un texto exacto lo bajamos de Internet, y ya. Se trata, en primer lugar, de “entender” lo que se lee; y en segundo, de “hacer algo” con lo leído, no solamente repetirlo mecánicamente. La manera de leer ha cambiado, y la competencia de la imagen frente a la palabra impresa se ha resuelto a favor de la imagen. Y ello no es tan malo, si combinamos todo de modo bacán. El manifiesto de Nadine Heredia y los chicos casi es una convocatoria contra el estrés, un reclamo para que nosotros los adultos no nos pongamos tan tensos con este tema del aprender, porque no dominaremos la mecánica de fluidos a los siete años, ni menos sirve de algo repetir a lo bruto los 25 departamentos o los 52 valles de la costa peruana. Muchísimo más importante es que los chicos se diviertan.
Seguramente aquí chocaré con las ideas más vetustas y recalcitrantemente inertes sobre el aprendizaje. Y dado que los adultos necesitan que se les explique, pues les explicaremos un poco a la bandolera: Resulta que el centro cerebral básico del aprendizaje anda bastante cerca del sistema límbico, bastante profundamente inserto en el neo córtex, lo que probablemente prueba lo necesario que fue el aprendizaje para nuestra supervivencia como especie. Pero resulta que el sistema límbico también es el asiento cerebral del vacilón, el juego y la diversión. Bueno eso quiere decir que cuando te jaraneas, lo haces con el sistema límbico; y cuando aprendes, también. Cuando somos chibolos, tenemos el soporte neural creciendo a todo meter, y eso es porque la sabia madre natura determinó que la mayor parte del aprendizaje que un ser humano necesita lo adquiera de chibolo, y eso, papis y mamis, incluye la muy compleja habilidad cultural de la lectura, que es básicamente el desciframiento y comprensión de los símbolos escritos del lenguaje. Pero si pensamos tres segundos, para leer primero tienes que haber aprendido el lenguaje, y esa habilidad, que es más compleja que el diablo, los niños la adquieren espontáneamente. ¿Qué, nadie se los enseña? Pues naranjas, nadie se los enseña. ¿Y cómo se comen eso? Pues básicamente haciendo lo que todos los chicos desde el Hombre de Cromañón han venido haciendo: Jugar, vacilarse y divertirse como cerdos con las palabras, las frases y los textos. Entonces, papis, mamis y profes, si queremos que nuestros chicos aprendan a leer y entiendan lo que leen, hagamos del leer el juego y vacilón que realmente es. Y no olvidemos que esos chiflados bajitos aprenden por imitación, así que si quieres que hable bien, empieza por hablar bien tú; y si quieres que lea, pues empieza por leer tú; y ocúpate que te escuche hablar bien y te chequee leyendo.
Además, y esto es importantísimo, hay una larguísima tradición oral detrás de la palabra escrita, y esta cultura oral jamás se ha perdido. Los cuentos para niños no se leen, se cuentan, y eso quiere decir que se pueden y se deben cambiar, que es lo que pasa con la tradición oral desde Gilgamesh, Pachacútec y Homero. Yo no tengo problema en contarles a los niños que Caperucita estaba muy distraída porque estaba pegada al iPod. Por cierto, la lectura en voz alta era una práctica en los tiempos en que no todo el mundo sabía leer, y de buena tinta sabemos que Cervantes era tan conocido por los que sabían leer como por los que no, gracias a que en ventas y posadas había gentes que leían El Quijote en voz alta, y montones de cabreros y otros proletarios escuchando. En la España de hoy se fomenta la lectura en voz alta de las obras cervantinas, así tan complejas como son para los hispanohablantes de hoy. En Cuba hay la tradición en las tabacaleras de leer en voz alta ciertas obras de la literatura universal, y eso explica que haya habanos de marca “Romeo y Julieta”. Parece mejor que escuchar las radionovelas de Corín Tellado, no porque sean malas como literatura, sino porque hay más y mejor literatura. Trabajaba este humilde servidor para el Ministerio de Educación cuando tuvo que corregir un texto – dirigido a niños – que era un verdadero desastre y necesitaba rehacerse, y tuve la suerte de contar con la recopilación de cuentos quechuas de José María Arguedas. Para qué me invento un cuento si tengo a Arguedas. Y podríamos multiplicar los ejemplos. No basta con decir que hay que leer, además hay que leer en voz alta, y los chicos deben leer en voz alta. Lo que por cierto es divertidísimo.
Tres: Qué hacer con la lectura
Les pedimos a nuestros chicos que hagan tontería y media con la lectura. Que me perdonen mis muchos amigos profes de literatura, algunos de ellos extraordinariamente talentosos, pero no todo el mundo va a ser de grande crítico literario. He escuchado a jóvenes talentosos e inteligentes manifestar odio por García Márquez o Isabel Allende. Me pregunto cómo se puede odiar Cien Años de Soledad. Pero pasa, y pasa porque nos olvidamos para qué se lee. Es decir nos olvidamos qué hacemos con la lectura. Un amigo mío, buen escritor y eximio lector, me lo dijo una vez: La primera lectura no es para analizar nada, es para disfrutar. Analizarás después, primero lee, capta, métete en el mundo del escritor. Esto es válido para la literatura en sus versiones de narrativa, teatro, poesía e incluso ensayo y periodismo.
Además no es literatura todo lo que reluce. Me sorprende que dentro de la emergencia educativa de comprensión lectora no se haya captado el hecho simplísimo que una de las áreas donde más se lee, y donde más se debe leer, es en Ciencias Sociales. Y a Ciencias Sociales se les quitaron horas para dárselas a Comunicación. A veces me pregunto donde tendrán la cabeza los planificadores educativos. Por otra parte, los profesores más exitosos de Ciencias Sociales son los que te cuentan mejor la historia de la vaina, y mira cómo nos encontramos de nuevo con la oralidad. Y si a lo que dices le metes figuritas, gráficos, videos, fotos y diagramas, mejor todavía. Ahí, si la hicimos bien, los introdujimos al tema y los podemos mandar a leer. Uno de mis grandes éxitos enseñando Historia fue pasarles a los chicos la filmación de la explosión de la primera bomba atómica, que está en la Internet y bien fácil se encuentra. Luego pregunto: ¿Qué le haría esto a una ciudad? Y una vez bien conversado el tema, los mando a leer alguno de los textos clásicos sobre los efectos de la Bomba de Hiroshima. Para decirlo de un solo queco: Los chicos tienen que saber qué van a hacer con lo que leen. Hay operaciones intelectuales necesarias para la comprensión de un tema, pero nada se comprenderá si no estoy primero interesado en el tema. Motivación, que le llaman. Probemos al revés, demos primero el texto, y enfrentaremos el fracaso o la desubicación. Un chico conozco que le dieron sin anestesia – ah, el famoso plan lector – a que leyera una buena narración del tremendo drama de la muerte del explorador Scott y sus compañeros en la conquista del Polo Sur, y de seguro diré que ni fu ni fa, y todos los grandes aprendizajes que se pueden extraer de esta historia se quedaron como un magnífico deseo sin resolución.
Colofón
La verdad, se me hace difícil entender por qué el trabajo y el estudio tienen que ser entendidas e instiladas a los chicos como actividades penosas que nos quitan el espacio del ocio, donde no hacemos nada más que dedicarnos a recepcionar la sangre y las tripas que los medios nos endilgan, sobre todo cuando hay tanta y tan magnífica producción televisiva útil que puede impulsar hacia la lectura. El próximo 10 de noviembre pienso sacar a mis chicos al parque, a contar cuentos, y de paso me llevaré mi librito para jaranearme. Porque si la lectura no es diversión – diversión en el verdadero sentido etimológico del término – no es nada. Y, por cierto, bueno sería incorporar a todos los contadores de cuentos del Perú, que los tenemos muchos y muy buenos, para que salgan a contar historias, y además jalarse a todos aquellos dotados por Natura y Salamanca de habilidad para leer en voz alta. Que haya espacio para todos. Cómo me gustaría ver en todos los parques de las ciudades de mi país miles de niños, adultos y ancianos jaraneándose con historias y libros. Nos vemos en el Parque, muchachos de todas las edades.

http://lamula.pe/2011/10/10/contra-la-lectura-aburrida-un-manifiesto/jbellinah

domingo, 4 de diciembre de 2011

Lectoescritura Holística: Una auténtica real educación... ¡Urgente!

LA LECTOESCRITURA HOLÍSTICA, UNA AUTÉNTICA REAL EDUCACIÓN… ¡URGENTE!
Rodán del Águila García
Entiéndase educación como proceso de aprendizaje permanente. Aprendizaje que, según Jacques Delors, implica: conocimientos (apreder a conocer), procedimientos (aprender a hacer), y actitudes (aprender a ser). Este cúmulo de aprendizajes luego de un proceso (desarrollo de una sesión, de una unidad, de un curso, etc.) debe ser presentado y/o explicado en forma escrita por el aprendiente; esto es, un texto en soporte de papel o electrónico.
En la educación formal escolarizada, la tarea educativa, desde el nivel inicial al superior universitario, incluido el postgrado, debe culminar con la entrega de textos auténticos, los que se constituirán en prueba de que el estudiante aprendiente, posee ya la cultura en la rama científica correspondiente; esto es, textos elaborados con enfoque holístico; o sea, que el productor sepa explicarlos semántica, sintáctica, morfológica, fonética, fonológica y ortográficamente; pues el texto, todo texto, contiene significado, estructura, organización, orden; formas, sonidos, fonemas que se grafica correctamente.
Todo educador, tenga la especialidad que tenga, debe exigirse y exigir dicha producción; pues así y sólo así tendrá conocimiento pleno del nivel de dominio de la cultura en la especialidad que está desarrollando, para la pertinente toma de decisiones (evaluación).
La lectoescritura de textos auténticos culmina pues, en la producción de textos sui generis, únicos, irrepetibles. He ahí la educación, la construcción de la peculiar personalidad del aprendiente. A mayor nivel de lectoescritura, mejor nivel decultura, mayor nivel de personalidad.
Para concluir, propongo esta sentencia en dístico, para ser practicado continuamente:

Muéstrame lo que escribes
y te diré lo que eres.

Manuel Scorza Torres en nuestro recuerdo

MANUEL SCORZA TORRES EN NUESTRO RECUERDO.
Su trágica muerte ocurrida en Madrid, hace 28 años, esa madrugada fatal del 28 de noviembre de 1983, viene a nuestro magín con este poema, para recordarnos sempiternamente la responsabilidad social del escritor, sea éste, poeta, narrador o dramaturgo, incluidos el periodista, ensayista, etc.
Epístola de los poetas que vendrán
Talvez mañana los poetas pregunten
por qué no celebramos la gracia de las muchachas;
ta vez mañana los poetas pregunten
por qué nuestros poemas
eran largas avenidas
por donde venía la ardiente cólera.

Yo respondo:
por todas partes oíamos el llanto,
por todas partes nos sitiaba un muro de olas negras.
¿Iba a ser la Poesía
una solitaria columna de rocío?
Tenía que ser un relámpago perpetuo.

Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire el pan con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.

Matad la tristeza, poetas.
Matemos a la tristeza con un palo.
No digáis el romance de los lirios.
Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos:
el rumor de un pueblo que despierta
¡es más bello que el rocío!
El metal resplandeciente de su cólera
¡es más bello que la espuma!
Un Hombre Libre
¡es más puro que el diamante!
El poeta libertará el fuego
de su cárcel de ceniza.
El poeta encenderá la hoguera
donde arda este mundo sombrío.
Manuel Scorza Torres nació en Lima, el 9 de septiembre de 1928 y murió en Madrid, el 28 de noviembre de 1983). fue un novelista y poeta peruano de la Generación del 50, perteneciente al Indigenismo o Neoindigenismo peruano, junto con sus compatriotas Ciro Alegría y José María Arguedas.

¡Tu compañero!

En agosto del próximo 2012, en Tumbes-Perú, se realizará el IV Festival Mundial de Ecopoesía que organiza la Unión Mundial de Poetas por la vida-UNIVA, que preside el poeta Hugo Noblecilla Purizaga. Recordando el pasado III Festival, llevado a cabo en julio de este 2011 que está ya finalizando, entrego este poema:

¡Tu compañero!
Roldán del Águila García

Dicen que
esto es prosopopeya,
personificación
o animación.
Entonces,
voy a hablar:

¡Yo soy un árbol!
Soy tu compañero.
Yo te acompaño
de noche y de día.
Te acompaño yo
de la cuna…
a la sepultura.

Permíteme rememorar:
Allá en Garbanzal,
en 2011, un día de julio,
junto a todos ustedes,
compañeros de UNIVA,
Roldán me plantó
para compañía hacerles,
sombra proporcionales,
madera darles…
¡Soy yo, tu compañero!

Recuérdalo siempre.
Nunca lo olvides.
Desde que naciste,
te acompañé yo:
¡Fui tu árbol-cuna!

Mientras tú crecías,
te acompañaba yo:
¡Era tu árbol-puerta!
¡Tu árbol-silla era!
¡Era tu árbol-mesa!
¡Tu árbol-carpeta era!
Aún hoy
¡Tu árbol-libro soy!

Cuando tú fenezcas
y ya en cadáver
y esqueleto
te conviertas,
te acompañaré yo:
¡Seré tu árbol-féretro!


De la cuna...
a la sepultura:
Fui, soy y seré
¡Tu compañero!




Tarapoto, 4 de diciembre de 2011

sábado, 23 de abril de 2011

En el Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor - Día del Idioma Castellano

No puedo, en este día tan especial, dejar de colgar en este mi blog, el texto del discurso del PN de Literatura 2010, MVLL, leído con ocasión de la inauguración de la 37o. Feria del Libro de Buenos Aires, Argentina 2011, el día de ayer 22 de abril.

"La libertad y los libros"
Mario Vargas Llosa
37º Feria del Libro de Buenos Aires
Agradezco a los organizadores de la Feria del Libro de Buenos Aires honrarme con la invitación a ocupar esta tribuna el día de la inauguración. He tenido ya ocasión de participar en ella hace algunos años y me alegra saber que ha ido creciendo y atrayendo cada vez a más editores, libreros y lectores hasta convertirse en una de las ferias de libro más importante en todo el ámbito de nuestra lengua.
No me extraña nada que haya ocurrido así. Desde la primera vez que pisé Buenos Aires, hace de esto cerca de medio siglo, advertí que esta ciudad y los libros tenían una afinidad recóndita, comparable a la que sólo había advertido antes en París, y que, al igual que esta última, Buenos Aires era una ciudad de librerías -modernas y anticuarias-, de cafés literarios, de escribidores y lectores, donde todo letraherido se sentía inmediatamente en su casa. No es por eso nada raro que uno de los más grandes creadores de nuestro tiempo, Jorge Luis Borges, fuera un porteño y que se pueda decir de su extraordinaria obra que toda ella es como la exhalación imaginaria
emanada de una biblioteca, institución en la que Borges, recordemos, en uno de sus más bellos textos, materializó el Paraíso.
Agradezco también a los organizadores de este certamen haber resistido las presiones de algunos colegas y adversarios de mis ideas políticas, para desinvitarme. Y extiendo mi agradecimiento a la Presidenta, señora Cristina Fernández de Kirchner, cuya oportuna intervención atajó aquel intento de veto. Ojalá esta toma de posición en favor de la libertad de expresión de la mandataria argentina se contagie a todos sus partidarios. Este episodio, me parece, más allá de lo anecdótico, plantea un asunto interesante y actual al que no me parece inadecuado abordar en el marco de
este certamen con una breve exposición que se podría titular: "La libertad y los libros".
Manuscritos, impresos y, ahora, digitales, los libros representan la diversidad humana (mientras no sean expurgados, claro está). A condición de que puedan participar en ella sin discriminación, cortes, sin censura, los libros de una Feria del Libro son, en pequeño formato, la humanidad viviente, con lo mejor y lo peor que ella tiene: sus creencias, sus fantasías, sus conocimientos, sus sueños, sus amores y sus odios, sus prejuicios, sus pequeñeces y grandezas. Ningún espejo retrata
mejor a esa colectividad de hombres y mujeres que conforman las diversas tradiciones, culturas, etnias, lenguajes, mitos, costumbres, modos y modas del fenómeno humano. Esa extraordinaria variedad desaparece cuando, abandonando la superficie, gracias a los libros nos sumergimos en lo profundo hasta llegar a aquellas raíces o denominadores comunes de la especie, pues allí descubrimos lo que hay de solidario y semejante por debajo de aquella frondosa variedad: una condición, unos sentimientos, unos anhelos, unas alegrías y unos miedos que establecen una identidad recóndita sobre las diferencias y distancias que la historia ha ido forjando entre razas,
pueblos y culturas a lo largo de los siglos.
Los libros nos ayudan a derrotar los prejuicios racistas, étnicos, religiosos e ideológicos entre los pueblos y las personas y a descubrir que, por encima o por debajo de las fronteras regionales y nacionales, somos iguales en el fondo, que los "otros" somos en verdad "nosotros" mismos.
Gracias a los libros viajamos en el espacio y en el tiempo, como hizo Julio Cortázar en La vuelta al día en ochenta mundos sin salir de su biblioteca, y comprobamos que, con todos sus matices y variantes, la humanidad es una sola y compartida.
Podemos comparar el mundo de los libros que en estos momentos nos rodea con un bosque
encantado. Ellos están allí, quietos, inertes, silenciosos, como los árboles y las plantas de las fantásticas historias infantiles, esperando la varita mágica que los anime. Basta que los abramos y celebremos con sus páginas esa operación mágica que es la lectura para que la vida estalle en ellos convocada por la hechicería de sus letras y palabras, y un surtidor de ideas, imágenes y sugestiones se eleve del papel hacia nosotros, nos impregne, arrebate y traslade a otra vida, a menudo más rica, coherente, intensa y entretenida que la vida verdadera, en la que a menudo las
rutinas embrutecedoras cotidianas nos dejan apenas resquicios para la exaltación y la felicidad.
La vida de los libros nos enriquece y nos transforma. Nos hace más sensibles, más imaginativos y, sobre todo, más libres. Más críticos del mundo tal como es y más empeñados en que cambie también él y se vaya acercando a los mundos que inventamos a imagen y semejanza de nuestros deseos y sueños.
Por eso, los libros son un testimonio inapelable de las carencias y deficiencias de la vida, aquellas que incitan a los seres humanos a crear mundos de fantasías y a volcarlos en ficciones para poder tener aquello que la vida que vivimos no nos da.
El viaje al corazón de ese bosque encantado de los libros no es gratuito, un paseo divertido y sin secuelas. Es un viaje que deja huellas en el sentimiento y la inteligencia del lector, la comprobación de que el mundo real está mal hecho pues no basta para colmar nuestros anhelos.
¿Para qué inventaríamos otros mundos si con éste nos bastara? Es imposible no salir de un buen libro sin la extraña insatisfacción de estar abandonando algo perfecto para volver a lo imperfecto y empezar a mirar el entorno con cierto desánimo y frustración. Nada ha hecho que el mundo progrese tanto desde los tiempos de la caverna primitiva hasta la era de la globalización como ese viaje a lo imaginario que acompaña a hombres y mujeres desde su más remoto pasado y del que da testimonio inequívoco el mundo vertiginoso y laberíntico de los libros.
No es sorprendente, por ello, que los libros hayan despertado, a lo largo de la historia, la desconfianza, el recelo y el temor de los enemigos de la libertad, de quienes se creen dueños de las verdades absolutas, de todos los dogmáticos y fanáticos que han sembrado de odio y violencia zigzagueante el curso de la civilización.
La Inquisición lo vio clarísimo: los libros deben ser examinados y purgados por censores estrictos para asegurar que sus contenidos se ajusten a la ortodoxia y no se deslicen en ellos apostasías y desviaciones de la doctrina verdadera. Dejarlos prosperar sin esa camisa de fuerza de la censura previa sería poblar el mundo de heterodoxias, teorías subversivas, tentaciones peligrosas y desafíos múltiples a las verdades canónicas. Esta mentalidad llevó a decidir que todo un género literario -la novela- fuera prohibida durante los tres siglos que duró la colonia en todas las
posesiones españolas de América. Durante trescientos años no se pudo editar ni importar ficciones en las colonias americanas. El contrabando se encargó de que muchas novelas circularan en nuestras tierras, felizmente. Pero una de las perversas -o talvez felices- consecuencias de esta prohibición fue que, en América Latina, como la ficción fue reprimida en el género que la expresaba mejor -las novelas-, y como los seres humanos no podemos vivir sin ficciones, éstas se la arreglaron para contaminarlo todo -la religión, desde luego, pero también las instituciones laicas, el derecho, la ciencia, la filosofía y, y por supuesto, la política-, con el previsible resultado de que, todavía en nuestros días, los latinoamericanos tengamos grandes dificultades para discernir entre lo que es ficción y realidad. Eso ha sido muy beneficioso en los dominios del arte y la literatura, pero bastante catastrófico en otros, en los que sin una buena dosis de pragmatismo y de realismo -saber diferenciar el suelo firme de las nubes- un país puede estancarse o irse a pique.
Los comisarios políticos han reemplazado en la vida moderna a los inquisidores de antaño.
Vez que se ha apoderado de un gobierno un fanático religioso, ideológico o un caudillo megalómano que se cree dueño de la verdad absoluta, los libros se han visto sometidos a purgas, recortes y vejaciones para tratar de evitar que lo que ellos encarnan mejor que nadie -la diversidad humana, la variedad de ideas, creencias, puntos de vista, costumbres y tradiciones- se divulgue y contradiga la visión dogmática, excluyente y autoritaria entronizada. Nazis, fascistas, comunistas, caudillos militares o civiles enceguecidos por los espejismos de las verdades absolutas han tratado a lo largo de toda la historia y en todas las geografías del planeta de domesticar y embridar el espíritu creativo, insumiso y crítico -que ha sido siempre el motor del cambio-, pero, por fortuna, siempre han fracasado. Dejando, eso sí, en el camino una miríada de víctimas -torturados, encarcelados y asesinados- que, pese a la represión y a las persecuciones, mantuvieron siempre viva aquella llama de libertad que anida, como un alma secreta, en el corazón de los libros.
Leer nos hace libres, a condición, claro está, de que podamos elegir los libros que queremos leer, y que los libros puedan escribirse e imprimirse sin inquisidores ni comisarios que los mutilen para que encajen dentro de las estrechas orejeras con que ellos aprisionan la vida. Defender el derecho de los libros a ser libres es defender nuestra libertad de ciudadanos, el precioso fuego que la atiza,mantiene y renueva.
Una de las mejores tradiciones de la Argentina ha sido ser un país de libros, escritores y lectores.
Yo lo recuerdo muy bien, pues en mi infancia y mi adolescencia se nutrieron de revistas y libros (y, añadiré, películas y canciones) que se producían y editaban en este país y se difundían por todos los rincones de América. Por ejemplo, llegaban puntualmente a Cochabamba, la ciudad boliviana donde viví hasta los diez años. Recuerdo muy bien la llegada periódica de Leoplán para el abuelo, el Para ti que leían mi madre y mi abuela y el Billiken que yo esperaba como maná del cielo. Más
tarde, de universitario en San Marcos, en Lima, conocí la literatura más renovadora y moderna, de Faulkner a Thomas Mann, de Joyce a Sartre, de Camus a Forster, de Eliot a Hemingway, gracias a las traducciones que editoriales como Losada, Sudamericana, Emecé, Sur y otras publicaban y distribuían por todo el continente. Como innumerables jóvenes latinoamericanos de mi generación puedo decir por eso que debo buena parte de mi formación literaria a esa pasión por los libros que anida en el corazón de la cultura argentina.
Hago votos porque esa hermosa tradición se renueve y fortalezca y que sea la mejor expresión de ello esta Feria del Libro de Buenos Aires.

Muchas gracias.
Mario VARGAS LLOSA

http://www.clarin.com/sociedad/Feria_del_Libro_2011-Mario_Vargas_Llosa_CLAFIL20110421_0002.pdf

Siempre estoy preocupado por definir los conceptos de Lengua e Idioma. Para mí, siendo sinónimos, presentan diferencia semántica sutil. Lengua, sistema lingüístico en su forma primigenia, hablada. Idioma, ese mismo sistema; pero, usado también en su forma escrita. Por ello, también aclaro que uso diferenciadamente, discurso y texto. Texto en código escrito: IDIOMA. Discurso en código oral: LENGUA. Todos usamos la Lengua Castellana o Española. Muy pocos podemos acceder al Idioma Castellano o Español. Estamos obligados a usar el Idioma. Escribamos... Lo podemos hacer ahora a través del teclado y publicarlo por Internet. ¡Éxitos!

viernes, 22 de abril de 2011

23 de abril de 2011: Día Mundial del Libro y Derecho de Autor

Mensaje de la Sra. Irina Bokova,
Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial del Libro
y del Derecho de Autor
23 de abril de 2011
Los libros son al mismo tiempo objeto e idea. Con su forma material y su
contenido inmaterial, los libros son vectores de los pensamientos del autor y
cobran sentido en la imaginación de los lectores. Esta conversación privada es la
esencia de la lectura, aunque los libros reposan en la idea de compartir:
compartir experiencias, conocimientos y puntos de vista.
Esta es la riqueza que celebramos en el Día Mundial del Libro y del Derecho de
Autor. Los libros son la forma de diálogo más poderosa entre personas, en las
comunidades, entre generaciones y con otras sociedades. Es indispensable
proteger esta forma singular de diálogo. La técnica de los libros es antigua, pero
sigue estando a la vanguardia, sigue siendo funcional y, en algunos casos,
resulta irremplazable. Sin embargo, esto no significa que no estén surgiendo
cambios o que debamos oponernos a ellos rotundamente.
Corresponde a la UNESCO estudiar todas las repercusiones del cambio y sacar
el máximo provecho de él, al mismo tiempo que se preservan los valores y
medios de expresión que compartimos y valoramos. Nuestro papel es servir de
foro de debate y cumplir la función de distribuidor de conocimientos, con el fin de
explorar viejas y nuevas ideas.
El mercado mundial del libro se ve profundamente afectado por el auge de los
libros electrónicos y el contenido descargable, que está transformando la
industria y las profesiones editoriales, y afecta a los autores y lectores. Los
efectos de esta transformación serán profundos y duraderos.
El cambio también está dando lugar a nuevos debates animados acerca de los
puntos fuertes y débiles de los distintos tipos de productos, la naturaleza del DG/ME/ID/2011/007 – pág. 2
derecho de autor en la actualidad, el papel de las bibliotecas en cuanto al
conocimiento en línea y el significado de la “autoría” en un mundo de blogs y
wikis.
Es nuestro deber seguir atentamente estos complejos debates y, en ese sentido,
la UNESCO ha asumido una función de liderazgo. El tema del segundo Foro
mundial de la UNESCO sobre la cultura y las industrias culturales, que se
celebrará en junio en Monza (Italia), no podría ser más oportuno: “El libro de
mañana: el futuro de la palabra escrita”.
Los libros encarnan la capacidad humana de suscitar mundos reales e
imaginarios y ponerlos en palabras. Son las mejores voces de la tolerancia y las
señales más claras de esperanza. Los libros son los pilares de sociedades libres
y abiertas.
Tenemos la obligación de protegerlos, así como de poner su riqueza a
disposición de los 800 millones de adultos que aún no saben leer. Debemos
estudiar todos los aspectos de los cambios que están experimentando hoy en
día. Estos son los compromisos que debemos contraer en este Día Mundial del
Libro y del Derecho de Autor.
Irina Bokova
http://www.unesco.org/culture/pdf/Message-es.pdf

En horas nocturnas de hoy sábado 23 de abril de 2011, en casa de Pilar Saavedra, Decana del Colegio de Profesores de San Martín, estaré presentando estos textos:
23 DE ABRIL: Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor
Día del Idioma Castellano
Miguel de Cervantes Saavedra: Español: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. “Los que gobiernan ínsulas, por lo menos debían saber gramática”
William Shakespeare: Inglés
Inca Garcilaso de la Vega: Peruano
José Carlos Mariátegui
César Abraham Vallejo Mendoza

INTENSIDAD Y ALTURA- de “Poemas Humanos” de César Vallejo (1892-1938) PERÚ
Quiero escribir, pero me sale espuma,
quiero decir muchísimo y me atollo;
no hay cifra hablada que no sea suma,
no hay pirámide escrita, sin cogollo.

Quiero escribir, pero me siento puma;
quiero laurearme, pero me encebollo.
No hay toz hablada, que no llegue a bruma,
no hay dios ni hijo de dios, sin desarrollo.

Vámonos, pues, por eso, a comer yerba,
carne de llanto, fruta de gemido,
nuestra alma melancólica en conserva.

Vámonos! Vámonos! Estoy herido;
Vámonos a beber lo ya bebido,
vámonos, cuervo, a fecundar tu cuerva.

LAS PALABRAS- de “Confieso que he vivido” de Pablo Neruda (1904-1973) CHILE
...Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan.
Me prosterno ante ellas... Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... Amo todas las palabras. Las inesperadas... Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen...

Vocablos amados. Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío... Persigo algunas palabras...

Son tan hermosas que las quiero poner en mi poema. Las agarro al vuelo cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas... Y entonces, las revuelvo, las agito, me las bebo, las trituro, las libero, las emperejilo...

Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola.

Todo está en la palabra. Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se colocó dentro de una frase que no la esperaba...

Tienen sombra, transparencia, peso, plumas. Tienen todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto trasmigrar de patria, de tanto ser raíces... Son antiquísimas y recientísimas. Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada...

Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos. Éstos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, tabaco negro, oro, maíz con un apetito voraz.

Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías... Pero a los conquistadores se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí, resplandecientes... el idioma. Salimos perdiendo... salimos ganando. Se llevaron el oro y nos dejaron el oro. Se llevaron mucho y nos dejaron mucho...

Nos dejaron las palabras.

jueves, 24 de marzo de 2011

Ecopoemas para III Festival Mundial de Ecopoesía

Con ocasión de realizarse el próximo III Festival Mundial de Ecopoesía, en Tumbes, entre el 14 y 17 de julio de este año 2011, estaré presentando estos dos ecopoemas, así como dos ecodameros; si es que son aceptados, por cierto:

AL… ZENIT

ALÉGROME, DE VERAS, POR ESTAR EN ESTE III FESTIVAL MUNDIAL DE ECOPOESÍA
BIENVENIDA ME ESTÁN BRINDANDO MIS HERMANOS TUMBESINOS LOS POETAS
CORAZONES ABIERTOS MUESTRAN A LOS DEL MUNDO VENIDOS AEDAS:
CHAMOS, CHARROS, CHAVOS, CHES, CHOLOS, AMIGOS… REUNIDOS
DESEOSOS Y DECIDIDOS EN BORRAR FRONTERAS ODIOSAS
EN ESTE PUNTO SEPTENTRIONAL: TUMBES, TIERRA PERUANA.
FIRMEMENTE CONVENCIDOS TODOS DE QUE SÓLO UNIDOS,
GUSTOSOS Y MUY FELICES, ÁRBOLES SEMBRAREMOS
HOY, EN NUESTRO BOSQUE PARA LAS GENERACIONES VENIDERAS.
INDO-LATINO-IBEROAMERICANOS NOS DECIMOS
JUBILOSOS AL ESTRECHARNOS EN UN FRATERNAL ABRAZO
KILÓMETROS Y KILÓMETROS HEMOS RECORRIDO
LIMANDO NUESTRA MELÍFERA LENGUA CASTELLANA
LL0RANDO, A VECES, POR INTENSAS Y ENCONTRADAS EMOCIONES;
MUSITANDO, OTRAS, NUESTROS MÁS SENTIDOS VERSOS.
NADA NOS DETIENE NI DETENDRÁ AUNQUE
ÑIQUIÑAQUES TALVEZ PRETENDAN
OBSTACULIZAR NUESTRO INMENSO EMPEÑO
PERO NUNCA CON NOSOTROS PODRÁN
QUE EL PODER Y LA FUERZA DE LA ECOPOESÍA
RESURGEN ANTE BASTARDOS EMBATES…
SIGAMOS, SIGAMOS, SIGAMOS VATES
TRIUNFAREMOS EN LA CONSERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
UNIDOS LOS POETAS DEL MUNDO POR LA VIDA (UNIVA)
VIVIENDO PERENNEMENTE EN ARMONÍA,
WEBS Y TAMBIÉN OTROS MEDIOS UTILIZANDO,
XERÓFILOS EXTRAORDINARIOS MULTIPLIQUEMOS…
YA QUE LA EXACTA HORA ESTÁ LLEGANDO:
¡ZENIT EN ECOPOESÍA ALCANCEMOS!



NUNCA MÁS…

NUNCA MÁS ME BAÑARÉ EN TUS IDAS CRISTALINAS AGUAS.
NUNCA MÁS ME ZAMBULLIRÉ EN TUS AUSENTES PROFUNDAS POZAS
NUNCA MÁS SENTIRÉ TUS DESAPARECIDOS ARROLLADORES TORRENTES
NUNCA MÁS CONTEMPLARÉ TU DESTRUIDO PÉTREO CAUCE
NUNCA MÁS ALIVIARÁS ESTOS MIS ARDIENTES CALORES.
NUNCA MÁS SATISFARÁS MIS URGENCIAS SITIBUNDAS
NUNCA MÁS, CUMBAZA DE MIS INFANTILES AMORES,
NUNCA MÁS… NUNCA MÁS… NUNCA MÁS…

viernes, 18 de marzo de 2011

16 de marzo de 2011: César Abraham Vallejo Mendoza cumple 119 años

16 de marzo: César Vallejo cumple 119 años
Celebramos al hermano, broche mayor del sonido.
vasto pensador, finísimo vate y grande revolucionario, de la lengua y de la sensibilidad.

Narratura vallejiana
Su enérgica y tersa prosa también sabe sonreir...

Como quiera que el siglo pasado terminó sin un balance sereno sobre esta parte de la obra vallejiana -la narración-, y hasta se pretendió desautorizarla para seguir ciertas modas preceptivas –¡en pleno fin de siglo!–, algunos espíritus desaprensivos, fieles a la ortodoxia de la biografía idolátrica, por la cual “debe borrarse todo recuerdo que empañe la imagen idílica del biografiado”, fingieron un sesudo análisis desaprobatorio, para dejar de una vez por todas sólo la obra poética en pie.

Denunciaron el 'politicismo' en la novela de César Vallejo ¿No lo hay en el Gulliver de Swift? ¿No está presente en la obra de Hugo o en la de Balzac? Lo que querían decir era que la estructura novelística es aún polémica. No repararon en los avances expresionistas de sus cuentos (atmósfera, perfiles, trama, tempo, intriga, forma y fondo). Rechazaron en él lo que aceptaban en Poe, Maupassant, Chejov o Valdelomar. No vieron, no supieron ver, su cercanía a Proust ni a Joyce en el análisis introspectivo de sus personajes, aduciendo 'la brevedad de su ficción narrativa'. Y acabaron por condenar el más conocido y excelente cuento -de factura tolstoiana- Paco Yunque, sólo porque 'fue rechazado por un editor español que había pedido a Vallejo un cuento para navidad y lo había descartado por ser muy triste' (como si no lo fueran Cántico de Navidad, de Dickens o La pequeña vendedora de fósforos, de Andersen). Por último, necio hubo que le increpó el abuso formal de los enclíticos, tan propios de la época.

La incuria, la flojera y, sobre todo, la insensibilidad finisecular -atenta a 'no cargar tintas en la cosa social' y que todavía nos arrastra- terminaron por desterrar al desván de lo 'prescindible' la cuentística vallejiana, tan querible y admirable por tantos otros motivos. Veamos un solo caso:

El 13 de junio de 1923 Vallejo emprendió viaje a Europa. Dejaba atrás las sentidas muertes del hermano y la madre, ciento catorce días de una prisión injusta, y dos poemarios que querían ser hermosos y que ahora ciertamente lo son. Para voltear esa página de su vida dio a imprenta todos los apuntes que tenía, alguno de ellos (1) ganador del premio Entre nous de la comunidad francesa (con cuyo dinero pudo editar Trilce).

Esos apuntes hicieron dos libros en prosa: Escalas (1923), en cuya sección Coro de Vientos hay seis cuentos psicológicos de misteriosa belleza, y Fabla salvaje (1923), saga bucólica sobre el destino en la que encontramos a Santiago, “alter ego del pequeño César añorado en varios textos de Trilce”, según dirá Roberto Paoli (2). Con estos libros bajo el brazo tomó el vapor del Callao a la Rochelle en junio de ese año. No regresaría ya.

No volverá a escribir cuentos -aparte del conocido y alegóricoPaco Yunque (1931)- hasta el 35 ó 36 en que Georgette Philippart lo sorprenderá redactando, o corrigiendo, cuatro de ellos en su habitación del hotel de Richelieu en París. Dos de estos cuentos retoman el niño que fue cuarenta años antes: El Vencedor, relato de ambiente escolar como Paco Yunque, y El niño del carrizo, que se ambienta en los bosques de la aldea natal y donde aparece el pequeño César, ya no tangencial ni velado como aquel Santiago de Fabla salvaje, sino como puntual testigo de un recuerdo de niñez: la excursión que hicieran él y su hermano a la espesura del valle hacia 1903 ó 4, cuando César tendría once años de edad y Miguel, el hermano inmediato mayor, unos trece:

“Dos hombres fueron designados para ir a traer de la espesura, la madera necesaria. A costa de artimañas y azogadas maniobras, los dos niños, Miguel y yo, fuimos incluidos en la expedición”.

Si bien en toda la obra poética de Vallejo, Miguel Ambrosio, el hermano, aparece unas seis veces: en la elegía juvenil de la revista Cultura Infantil (1917), en el perfecto epicedio A mi hermano Miguel, in memoriam de Los Heraldos Negros (1918), en los poemas III y XXIII de Trilce (1922), en La violencia de las horas, y en Lánguidamente su licor de Poemas Humanos (1938), en la obra narrativa sólo aparecerá esta única vez, enriquecido por la distancia temporal y magnificado por el sentimiento del hombre ya maduro, en un cuento donde se entrecruza la intensa emoción del “gemelo corazón de esas tardes” con el asombro primordial ante la naturaleza que cobra vida en cada gesto y en cada escorzo del hermano, que aún no ha muerto, y que encarna una como floración andina del dios Pan en su rito de consagración de valles y bosques.

Hacia 1902, sir James Barrie, de Escocia, contó (y luego dio al teatro), en The little white bird, la historia de un niño que no desea dejar la infancia y que pierde su sombra y la encuentra en la amistad de los hermanos Darling: Peter Pan (3). El ambiente feérico de ese cuento nos pone a medio camino entre la leyenda y los cuentos populares: algo parecido a los cuentos de duendes que pueblan nuestro mundo andino, como el Ichik Olqo, personificación del arco iris. No es casual que el pequeño apellide Pan, nombre del dios griego que personifica la fresca brisa mañanera y la tibia del atardecer, representando la vida natural de los pastores: pues ese duende andino, esa aparición telúrica de los bosques, es precisamente el Miguel que nos sale al paso, pletórico de vitalidad, intenso de emoción, vivo y fulgurante ante el recuerdo amoroso del hermano que lo evoca desde París, en un intento de reconstruir el tiempo y capturarlo para siempre: el niño que al recoger la zacuara en los valles cálidos de la cuenca del Marañón se mimetiza con la fauna y flora de ese paisaje y se transforma en una celebración sagrada de la inmensidad de los bosques, haciéndose uno con sus animales, revolcándose con ellos del modo más natural, bebiendo las aguas al modo de las bestias, y haciendo de su cuerpo un arco de electricidad emocional por el que estallará la carga voltaica que lo liga misteriosamente a la naturaleza para siempre, ante los ojos asombrados del hermano menor que se constituye como el yo narrador.

Asistidos de ese amor fraterno queremos reparar en este relato, pleno de fragante vida, frescura poética e intensísima ternura. Así, esta narración pertenece a los anales experimentales del siglo XX, en la más pura tradición de ruptura que caracterizó a la literatura occidental durante el romanticismo y aún después de él. El delineado psicológico de los personajes, su ambientación bizarra, su atmósfera pariente de la kafkiana, el tiempo comprimido en untempo narrativo intenso, son propios de la nueva cuentística que luego se repetirá hasta el hartazgo, para que sea Cortázar su más lúcido esteta y, a la vez, su más ilustre apóstata: ¿no estamos ante un texto absolutamente al día? ¿no es una muestra de la claridad creativa que hace del narrador un verdadero vate, es decir un profeta, que marcará los caminos a seguir por los innumerables seres prohijados en su delicada y fulgurante prosa, tan americana, tan mundial, tan humana?

Este es el Vallejo que podemos encontrar, más allá de la quejumbre a que nos tiene habituados la pobre crítica literaria de que adolece nuestro país: ésta es la prosa narrativa del Vallejo del amor y la esperanza. Del Vallejo que apuesta por la vida e inaugura un expresionismo vitalista, existencial, humanista.

Que no nos engañe la exaltación con que decimos estas verdades: la calidad de la ficción brota, a despecho del compromiso idolátrico, del mismo texto narrativo.

(1) "Más allá de la vida y de la muerte"
(2) “Homenaje Internacional a César Vallejo”. Visión del Perú 4. Lima, 1969.
(3) Este cuento, El pajarillo blanco, daría pie a la obra teatral Peter Pan y Wendy (1905).

Víctor Hugo Velázquez Cabrera
http://narratura.blogspot.com/2011/03/16-de-marzo-cesar-vallejo-cumple-119.html
Hoy se celebran 119 años del nacimiento de César Vallejo
El escritor peruano es considerado por la crítica uno de los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX
Miércoles 16 de marzo de 2011 - 02:22 pm

César Vallejo. (Pintura de Arnold Belkin)
Un día como hoy, en 1892, nació el más grande poeta que el Perú ha legado. El mundialmente reconocido César Vallejo vio la luz en Santiago de Chuco, La Libertad. Una vida después, murió enfermo y solo en 1938, dejando una obra que lo llevaría a ser considerado, por críticos especializados, como “el más grande poeta universal después de Dante Alighieri”.
En Lima publicó “Los Heraldos Negros” (1918), donde se pueden apreciar sus tendencias modernistas. El sufrimiento de los hombres y la sociedad injusta constituyen la principal temática en esta obra. En 1920, es llevado injustamente a la cárcel tras una revuelta popular. Allí escribe “Trilce” (publicada en 1922), una de sus máximas obras de poesía vanguardista.
Vallejo no solo escribió versos, sino que también escribió novelas con fuerte contenido social y de protesta, como “Escalas Melografiadas” (1923), colección de estampas y relatos; “Paco Yunque” (1931), la historia de un niño de la sierra que era discriminado en su colegio, o “El Tungsteno” (1931), que retrata el abuso que sufren los peones y empleados indios de parte de las grandes empresas mineras. Entre su producción teatral está “Lock-out” (1930) y “Moscú contra Moscú” (1930), más tarde llamada “Entre las dos orillas corre el río”.
Vallejo, tal como lo predijo en su poema “Piedra negra sobre una piedra blanca”, murió en París el 15 de abril en 1938, y tras su muerte se publicaron sus obras “Poemas Humanos” y “España, aparta de mí este cáliz”, consideradas como las mejores obras del poeta peruano más universal.
Lea los poemas de César Vallejo

http://elcomercio.pe/espectaculos/728518/noticia-cesar-vallejo-cumple-hoy-119-anos-nacimiento

martes, 15 de marzo de 2011

Mañana, miércoles 16 de marzo de 2011, César Abraham Vallejo Mendoza, cumplirá 119 años

-¿César Abraham Vallejo Mendoza?
-Sí, ¡PRESENTE!

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Hermano escucha, escucha…
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.

Todos saben que vivo,
que mastico… Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.

Todos saben… Y no saben
que la Luz es tísica,
y la Sombra gorda…
Y no saben que el Misterio sintetiza…
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo, grave.

Martes 15 de Marzo del 2011

DIOS ENFERMO Y VALLEJO

Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.
Dijo, César Vallejo, en su poema Espergesia que es la unión de dos palabras: esperma y génesis. Esta frase, simplemente, deja a uno estupefacto y perplejo, no obstante invita a reflexionar sobre su nacimiento.
Dado a que Dios se encontraba enfermo (del lat. infirmĭtas, -ātis) y de acuerdo a la Real Academia de la Lengua: 2. f. Pasión dañosa o alteración en lo moral o espiritual. Entonces que se puede obtener de alguien el cual padece (pasión de Jesucristo) una alteración; indudablemente una creación inconclusa o con defectos. Sí, todos saben que Vallejo vive, pero es malo, pues es fruto de alguien enfermo. Sin embargo, afirma que hay algo, en él, oscuro y difícil de comprender.
La permanente reiteración de un Dios enfermo nos lleva a plantearnos muchas preguntas, ¿es César Vallejo un ateo? La respuesta puede abarcarse desde muchas direcciones. Sin embargo, pretendo imaginar que el poeta hace alusión o plantea la posibilidad de un Dios imperfecto; no lo niega, ni lo anula, lo cuestiona, lo refuta. Su arribo al mundo natal lo lleva a plantearse la posibilidad de un universo en permanente fricción, en donde los equilibrios o las armonías entre los opuestos nunca serán posibles.
Vallejo percibe pues la imperfección del mundo y se la atribuye a Dios.
¿A qué tipo de nacimiento se refiere Vallejo?, ¿Qué simboliza la figura de Dios en este poema? Este Dios es Vallejo, pero también es el Dios que creó a Vallejo, por lo tanto, se puede interpretar de dos maneras distintas, es decir, Vallejo como Dios creador de su obra y el Dios en sí como creador de Vallejo. Por eso, al estar enfermo, este ser, se humaniza y queda en el mismo plano del hombre.
Y luego dice en “El pan Nuestro”:

Yo vine a darme lo que acaso estuvo
asignado para otro;
y pienso que, si no hubiera nacido,
otro pobre tomara este café!
Yo soy un mal ladrón… A donde iré!
Con este sentir reconoce el papel activo del hombre en el mundo: todo está vinculado en el movimiento del mundo como si éste fuera un enorme engranaje, y yo interaccionó con todo indefectiblemente, de modo que lo que haga o deje de hacer ya afecta el desarrollo del orbe. Así Vallejo siente que con el solo hecho de existir y ser impotente ante la realidad ya está empeorando las cosas; y sufre porque se identifica absolutamente con el mundo representado por otro pobre, con un mundo cruel en el que el hombre está desamparado, un mundo que escapa de todo designio de la voluntad divina.
Empieza a cuestionar a Dios tácitamente con la magnífica metáfora del pobre barro pensativo: embebido de dialéctica materialista reivindica a la idea como una función de la materia organizada: cualidad de ese barro es ser pensativo. Tal concepción materialista de la idea ya está dando pie a poner sobre el tapete la idea de la existencia de Dios en la poesía vallejiana. En las primeras líneas del poema se puede apreciar a un Vallejo intemperante que percibe febrilmente la imperfección del Universo en lo humano y es desgarrado cada vez que la descubre cuando pretende abrazar al mundo. Se siente un ser más imperfecto aun porque no puede incorporarse anímicamente a la imperfección, es decir, no la acepta, no la tolera; y se aparta con la angustia de seguir siendo parte de lo que ante sus ojos es algo todavía no perfecto. Obrar para sí propio: me pesa haber tomado de tu pan, naturaleza humana, pero imperfecta.
Oh, Dios mío, recién a ti me llego,
hoy que amo tanto en esta tarde; hoy
que en la falsa balanza de unos senos,
mido y lloro una frágil Creación
E incluso en el poema “Dios” en que se dirige al creador con ternura, se compadece de él porque lo ve impotente, humanamente torpe, autor de un mundo en apariencia perfecto, pero deleznable:
A 119 años de su nacimiento (Santiago de Chuco, Perú, 16 de marzo de 1892), considerado entre los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX. Fue, en opinión del crítico Thomas Merton, "el más grande poeta universal después de Dante", palabras que no añaden nada al enorme legado del poeta del "dolor humano"; quien revolucionó la forma y el fondo de sentir y escribir poéticamente.

Orlando Luján Corro
Educador y Poeta
aoluco_79@hotmail.com

http://www.educacionenred.com/foros/mensaje.php?id=843